Seguimos con esas cosas que te
hacen perder tiempo…
Otras de las cosas que evitan que
postergues las cosas importantes de tu día a día en tu vida personal o en el
trabajo son, sin lugar a dudas, las interrupciones. Esas llamadas inesperadas o
incluso visitas que hacen que dejes lo que estás haciendo y dediques tu valioso
tiempo a ellas.
Es cierto que pueden ser llamadas
o interrupciones que puedan requerir tu atención inmediata, debes ir a la
escuela a buscar a tu hijo/a porque se ha puesto enfermo, atender a un mayor,
etc…
Por eso, es importante que
valores si esa urgencia requiere tu atención inmediata, si no es así
puedes establecer otro momento para atender la petición. Hay que tener
en cuenta que ese tipo de peticiones suelen ser urgentes para la persona que la
solicita y es tu tarea valorar el grado de urgencia de la misma.
Existen barreras para evitar
interrupciones. Una de ellas es apagar el teléfono para evitar
interrupciones. Puedes establecer un tiempo determinado en el cual no
contestaras llamadas, no atenderás a las notificaciones ni mirarás el correo
electrónico, todo con el fin de mantener la concentración y el enfoque en la
tarea que estás realizando en ese momento. Otra de las barreras efectivas es
cerrar la puerta de tu lugar de trabajo, si estás en la oficina, puedes crear
una especie de código con tus compañeros de trabajo, cuando la puerta está
cerrada no te pueden interrumpir o incluso puedes acordar simplemente que no te
interrumpan en un horario determinado.
Las ventajas de decir NO.
Posiblemente seas de las personas
que una vez por semana organices tu agenda con el fin ser más productivo en tu
trabajo y disfrutar más de tu vida personal, social y familiar. Es posible que
durante la semana surjan situaciones en las que podrías variar tu agenda, pero
esas situaciones podrían hacer que postergases las actividades que te habías
programado y que luego no pudieras cumplir con lo que te habías propuesto.
Pues… ¡¡¡ DI, NO!!!
Volvemos al punto anterior donde
te recomendaba establecer otro momento para atender la petición. Supongamos que
entre la semana, alguien te invita a ir al cine. Di, ¡¡NO!! En el caso que
coincida con alguna de las tareas que habías programado, siempre puedes acordar
con la persona ir al cine en otro momento. Como me gusta decir: Haz primero lo
primero. Al fin y al cabo, el cine continuará ahí y podrás ir cuando hayas
acabado lo que te habías propuesto acabar y puedes estar seguro/a que en ese
momento disfrutarás más del momento sin pensar que deberías estar haciendo
alguna otra cosa.
Existen muchos ladrones de
tiempo, en este post y en el anterior te he hablado de algunos, pero no son los
únicos, hay más. Mi intención con la mención de algunos de ellos es que
consideres primero hacer las cosas importantes para después poder hacer las
demás cosas sin agobios y sin ese sentimiento de culpa que, a veces, tenemos
cuando decidimos hacer algo cuando deberíamos hacer otra cosa.
Estos son ladrones de tiempo externos, en los próximos post os hablaré de otro tipo de ladrones de tiempo, los internos, que son, si cabe, los más difíciles de evitar.

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