No hace mucho, tuve una conversación con un cliente, me hablaba de algunos comerciales que, según él, eran capaces de "venderle hielo a un esquimal". Este cliente hablaba de las habilidades de ciertos vendedores a la hora de vender cualquier cosa a cualquiera.
Finalmente el cliente que unos minutos antes alababa las habilidades de esos comerciales confesaba que los detestaba que, cuando había comprado se había sentido estafado o había sentido que no había hecho una buena compra e incluso había llegado a vetarle la entrada en su negocio.
Pues bien, mi posición al respecto es que aquellos vendedores que venden hielo a un esquimal y siendo coherente con otros artículos que se pueden leer en este blog, no creo que esos comerciales sean el tipo de vendedor de los que podríamos decir que están acorde con la venta del siglo XXI. a no ser que el esquimal en cuestión esté en la playa o necesite el hielo para completar algún combinado. Por supuesto, cada cual tiene su manera de hacer el trabajo y no quiero decir que estos comerciales no sean capaces de ganarse la vida, eso no quiere decir que piense que tienen los días contados y que están condenados al fracaso, siempre desde mi humilde opinión.
El caso es que en la venta actual es necesario vender en función de las necesidades del cliente, para ello es necesario hacer las preguntas apropiadas para identificar esas necesidades para realizar una venta efectiva y satisfactoria y conseguir así la fidelización del cliente.


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