Es más fácil
apasiónate por un producto si crees en él.
Para reforzar
creer en el producto, úsalo y busca testimonios positivos buenas experiencias de los clientes, los
ejemplos de cómo tu producto ha mejorado la vida de las personas reforzarán tu motivación y te
darán una valiosa prueba para cuando te reúnas con tu cliente.
No hace mucho, en
una conversación de coaching con un vendedor, me explicaba que le resultaba muy
fácil vender uno de sus productos por el simple hecho de que recibía muy buenas
opiniones de los clientes a los que se lo había vendido.
Si bien los
hábitos anteriormente descritos sirven para mejorar el bienestar mental del vendedor hay otros que se refieren al trabajo de comercial
propiamente entendido.
No hemos
descubierto nada, siempre hay alguien que ha investigado y practicado fórmulas
que realmente funcionan.
En una ocasión,
en mis inicios como vendedor, uno de mis jefes me dijo algo, una de esas cosas
que han marcado y que siempre he tenido en cuenta a la hora de ser disciplinado
en mi trabajo.
De todos es
sabido que un vendedor pasa muchas horas en la calle y que bien puede caer en
la tentación de tomarse más “descansos” de la cuenta. Respecto a eso, m jefe me
dijo: “el trabajo de comercial es muy tentador”. No hay duda que la frase
contenía un significado importante. Para un vendedor novel, como lo era yo en
esa época, esa frase me mantuvo alerta e hizo que mi autodisciplina creciera
exponencialmente.
No obstante, no
sólo hay que ser disciplinado en el trabajo, sino que también hay que serlo en
la vida diaria, en la personal.
Vestir bien, ir
aseados es algo básico para cualquier vendedor, hay que tener en cuenta que, como
nos veamos nosotros mismos es cómo nos van a tratar. Ropa bien planchada,
zapatos limpios manteniendo un aspecto limpio y fresco es algo esencial para
conseguir el respeto del cliente, en definitiva, en causar una buena impresión
y profesionalidad.
En el trabajo
debemos tener una metodología, un sistema para buscar clientes, para visitarlos
y mantenerlos, creer en ese sistema y cumplir con la metodología escogida
realizando los ajustes necesarios para mejorarla.
No hay que hacer
mil cosas una vez, hay que hacer una cosa mil veces.
Investigar al
cliente debe convertirse en un hábito, conocer qué hace, conocer su
negocio…Establecer el hábito de conocer al cliente, conocerlo y hacérselo ver,
con ello llevarás ventaja y causarás muy buena impresión puesto que el cliente
se sentirá valorado, importante.
Escuchar al
cliente, si, ya sé que esto ya lo he explicado anteriormente, pero es que es
algo vital que así sea, es la única manera de identificar las necesidades que
tiene el cliente y estaremos preparados para cubrirlas.
No te olvides del
cliente. Muchos vendedores se olvidan de sus clientes una vez han cerrado la
venta. Se nos olvida lo importante y difícil que es conseguir un cliente y lo
que nos ha costado cerrar la venta por eso de la importancia de mantener el
contacto con el cliente, saber si el producto o servicio ha cumplido con sus
expectativas, si se siente satisfecho con nuestro trabajo. Si mantenemos el
contacto, hacemos seguimiento y nos preocupamos por el cliente es más probable
que nos recomiende y no hay nada mejor que el “boca-oreja” para una buena
publicidad que nos permita conseguir nuevos clientes.
No te olvides de
revisar tu manera de trabajar, lo que realizas cada día, lo bueno y lo malo, lo
que te ha salido como querías y lo que no, si tus acciones te han hecho llegar
a tu objetivo o no ha sido así. Quédate con lo bueno y mejora lo que no ha sido
tan satisfactorio.
Es más fácil
apasiónate por un producto si crees en él.
Para reforzar
creer en el producto, úsalo y busca testimonios positivos buenas experiencias de los clientes, los
ejemplos de cómo tu producto ha mejorado la vida de las personas reforzarán tu motivación y te
darán una valiosa prueba para cuando te reúnas con tu cliente.
No hace mucho, en
una conversación de coaching con un vendedor, me explicaba que le resultaba muy
fácil vender uno de sus productos por el simple hecho de que recibía muy buenas
opiniones de los clientes a los que se lo había vendido.
Si bien los
hábitos anteriormente descritos sirven para mejorar el bienestar mental del vendedor hay otros que se refieren al trabajo de comercial
propiamente entendido.
No hemos
descubierto nada, siempre hay alguien que ha investigado y practicado fórmulas
que realmente funcionan.
En una ocasión,
en mis inicios como vendedor, uno de mis jefes me dijo algo, una de esas cosas
que han marcado y que siempre he tenido en cuenta a la hora de ser disciplinado
en mi trabajo.
De todos es
sabido que un vendedor pasa muchas horas en la calle y que bien puede caer en
la tentación de tomarse más “descansos” de la cuenta. Respecto a eso, m jefe me
dijo: “el trabajo de comercial es muy tentador”. No hay duda que la frase
contenía un significado importante. Para un vendedor novel, como lo era yo en
esa época, esa frase me mantuvo alerta e hizo que mi autodisciplina creciera
exponencialmente.
No obstante, no
sólo hay que ser disciplinado en el trabajo, sino que también hay que serlo en
la vida diaria, en la personal.
Vestir bien, ir
aseados es algo básico para cualquier vendedor, hay que tener en cuenta que, como
nos veamos nosotros mismos es cómo nos van a tratar. Ropa bien planchada,
zapatos limpios manteniendo un aspecto limpio y fresco es algo esencial para
conseguir el respeto del cliente, en definitiva, en causar una buena impresión
y profesionalidad.
En el trabajo
debemos tener una metodología, un sistema para buscar clientes, para visitarlos
y mantenerlos, creer en ese sistema y cumplir con la metodología escogida
realizando los ajustes necesarios para mejorarla.
No hay que hacer
mil cosas una vez, hay que hacer una cosa mil veces.
Investigar al
cliente debe convertirse en un hábito, conocer qué hace, conocer su
negocio…Establecer el hábito de conocer al cliente, conocerlo y hacérselo ver,
con ello llevarás ventaja y causarás muy buena impresión puesto que el cliente
se sentirá valorado, importante.
Escuchar al
cliente, si, ya sé que esto ya lo he explicado anteriormente, pero es que es
algo vital que así sea, es la única manera de identificar las necesidades que
tiene el cliente y estaremos preparados para cubrirlas.
No te olvides del
cliente. Muchos vendedores se olvidan de sus clientes una vez han cerrado la
venta. Se nos olvida lo importante y difícil que es conseguir un cliente y lo
que nos ha costado cerrar la venta por eso de la importancia de mantener el
contacto con el cliente, saber si el producto o servicio ha cumplido con sus
expectativas, si se siente satisfecho con nuestro trabajo. Si mantenemos el
contacto, hacemos seguimiento y nos preocupamos por el cliente es más probable
que nos recomiende y no hay nada mejor que el “boca-oreja” para una buena
publicidad que nos permita conseguir nuevos clientes.
No te olvides de
revisar tu manera de trabajar, lo que realizas cada día, lo bueno y lo malo, lo
que te ha salido como querías y lo que no, si tus acciones te han hecho llegar
a tu objetivo o no ha sido así. Quédate con lo bueno y mejora lo que no ha sido
tan satisfactorio.
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