19 septiembre 2022

La toma de decisiones

 


Tomar decisiones es, sin duda, uno de los procesos más complejos a los que debe enfrentarse cualquier persona.

Se dice que tomamos alrededor de 35.000 decisiones a lo largo de nuestra vida. Directivos y equipos suelen tomar decisiones precipitadas, lo que puede conducirles a resultados erróneos.

Tomar decisiones no es fácil y se convierte en un arte cuando lo hacemos de manera acertada.

La experiencia, el raciocinio y la intuición nos ayudan a tomar las mejores decisiones. Cada decisión que uno ha tomado en la vida hace lo que uno es hoy, por lo que es importante tomar buenas decisiones para elegir la mejor opción.

Tomar una decisión supone elegir una opción entre varias posibles y, no eso, no siempre es fácil.


Muchas personas se encuentran ante la disyuntiva de elegir entre dos o más opciones, tanto en el terreno personal como en el profesional.

Nos cuesta tomar decisiones, a veces por miedo a fallar, a tomar la decisión equivocada, nos da miedo pasar a la acción una vez tomamos una decisión, nos cuesta tomar decisiones por exceso de cautela, por incapacitación o por procrastinación.

Quizás por desconocer lo que realmente queremos, normalmente por falta de propósito, por no tener un objetivo claro.

Sin un rumbo fijo, todas las opciones son tan válidas como equivocadas, siempre con un mismo resultado, una decisión sin respuesta y con poca probabilidad de materializarse.

Para tomar buenas decisiones es necesario analizar la situación. Diríamos que para tomar decisiones hay que tener un plan, establecer un objetico, estudiar la situación y tener en cuenta las consecuencias. Debemos tener en cuenta que no existe el riesgo cero. Cualquier decisión lleva con ella un riesgo, una incertidumbre.

Podemos hacer caso a la razón. En cualquier decisión debemos tener en cuenta la parte racional y la emocional, la mezcla de las cuales nos hará tomar buenas decisiones. Aunque un buen consejo sería no tomar decisiones en caliente. Debemos tomarnos nuestro tiempo y es necesario pensarlo en un ambiente tranquilo y sereno, respirar hondo y pensarlo varias veces. Esa es la mejor manera de tomar una decisión.

Equivocarse es humano. Equivocarse no es sinónimo de fracaso, sino de aprendizaje.

El error te permite analizar y aumentar tu capacidad de aprendizaje. Es necesario asumir tus errores como parte de tu crecimiento personal.

Una vez sabemos todo esto, es necesario tomar una decisión: “ver lo que ocurre y no hacer nada” o “hacer que las cosas pasen.

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