La mala gestión del tiempo te lleva inevitablemente a la procrastinación, es decir, a dejar lo que tienes que hacer para más adelante o para otro día, hasta el punto de tener que hacerlo a última hora, con urgencia y de cualquier manera, y lo que es peor, viéndote obligado a postergar otras tareas importantes creando un círculo vicioso que puede llevarte al estrés y a la acumulación de tareas.
La buena planificación tiene muchos beneficios, empezando por la reducción del estrés, ya que no tienes plazos ajustados, ni prisas, pudiendo dedicar más tiempo a realizar un mejor trabajo, aumentando la calidad y conseguir unos niveles más altos de eficacia y eficiencia.
Cuando la calidad del trabajo aumenta, también aumenta tu satisfacción personal, la de tu familia, la de tu pareja y la de tus clientes.
Una mejor administración del tiempo te lleva inevitablemente a una mejora en la toma de decisiones aumentando así la productividad y mejorando tus resultados.
¡VENDE Y SE FELIZ!
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